Señales de identidad Franciscana.
El saludo franciscano de la Paz: Francisco decía a sus compañeros. "Que la paz que anunciáis de palabra, la tengáis, y en mayor medida, en vuestros corazones Que ninguno se vea provocado por vosotros a ira o escándalo, sino que por vuestra mansedumbre todos sean inducidos a la paz, a la benignidad y a la concordia. Pues para esto hemos sido llamados: para curar a los heridos, para vendar a los fracturados y para corregir a los equivocados." (3Comp 58). La paz que los franciscanos tienen que tener en su boca es la de su corazón. Es la paz interior, la que ellos han conquistado. Escándalo e ira son la realidad de los que no saben conservar la paz... Esta paz que los franciscanos llevan en su corazón es la del comentario de la Admonición 15 a la bienaventuranza de los pacíficos.
El crucifijo de
San Damián: Todos los biógrafos coinciden en
calificar de éxtasis o visión la experiencia de San Damián. Santa Clara escribe
que fue una "visita del Señor", que lo llenó de consuelo y le dio el
impulso decisivo para abandonar el mundo. A esta visión parece referirse San
Buenaventura, cuando refiere que el santo, tras el encuentro con el leproso,
estando en oración en un lugar solitario, mereció ser escuchado y se le
manifestó el Señor en la cruz. Y se conmovió tanto al verlo que le quedó
grabada en el corazón la pasión de Cristo, desde entonces, a duras penas podía
contener las lágrimas y los gemidos al recordarla. Y entendió que eran para él
aquellas palabras del Evangelio: "Si quieres venir en pos de mí, niégate a
ti mismo, toma tu cruz y sígueme" (Mt 16, 24).
Comentarios
Publicar un comentario